sábado, 25 de julio de 2009

El Parque... Capitulo 12

XII

Y sí!, era el ladrido de un perro. No se podía distinguir bien si era perro o perra. Pero era bastante orientador. Un cocodrilo no era, además estaban muy entretenidos devorando a Claude, el hombre bala.
- Abran la puerta! Es la policía!! Nuevamente golpearon la puerta. El Cabo de Hornos miró al comisario y este con un gesto de aprobación autorizó al Cabo a derribar la puerta. Con una certera patada tiró abajo la puerta y apuntando hacia el interior de la cabina vio salir a un perro. Fragata! Exclamó el Cabo Cañaveral. Pobre perro!, dijeron los allí presentes. Era Fragata nomás. Moviendo a duras penas su angustioso cuerpo llegó hasta donde estaba el Cabo de Hornos.- Uy, pobre pichicho, dijo. Intentó mirar hacia adentro y en ese preciso instante Fragata lo agarró entre sus dientes a la altura de la tibia. Un grito sordo sorprendió a todos. El perro se aferró con mucha vehemencia a la pierna del pobre policía que gritaba a viva voz. Intentaba arrastrarlo hacia adentro de la cabina. De repente los gritos empezaron a disminuir y todos empezaron a ver como la pierna a la altura de la mordida empezaba a cambiar de aspecto. El pantalón del policía se frunció como si perdiera su contenido. Peor aún, se notaba como la pierna se “secaba” tomando un aspecto acartonado. El policía miraba con desesperación al perro, que no soltaba, y a su pierna. Ese aspecto iba subiendo por todo el cuerpo. En ese momento Fragata soltó la pierna y se fue hacia adentro. El policía arrastrándose salió de la cabina. Sus compañeros lo sujetaron y llevaron hasta el auto. Ya el “acartonamiento” le había tomado las dos piernas y subía por su abdomen. Ya no gritaba. Miraba como resignado, con la vista perdida, como preguntando “- ¿por que?”. Minutos después tenía todo el cuerpo tomado. Sus compañeros se desesperaban ante el inminente desenlace. Y llegó. Luego del la última exhalación, el Cabo Cañaveral le bajó los párpados. Esto se estaba transformando en una pesadilla en la vida real.



Terrible !!! ESCALOFRIANTE !!!


MenteFrita,


La solucion de continuidad en la rutina diaria...




viernes, 24 de julio de 2009

El Parque... Capítulo 11

XI

Los primeros en bajar fueron el Cabo Julio de Hornos y el Cabo Ricardo Cañaveral. Apuntando con sus armas, vaya a saber a quien, aseguraron la zona. Una vez que Patricia, la promotora de seguros, se retiró del lugar, luego de la firma de papeles de rigor que le pedía la compañía aseguradora, bajó de los móviles el resto de la comitiva policial. Para sorpresa del dueño y el secretario, la cabina de información se encontraba en mejor estado que esa misma mañana. Incluso el pasto estaba cortado. Cuando preguntaron acerca de este hecho el Cabo De Hornos le contó que tres veces por semana Patricia, la promotora de seguros que también era jardinera, cortaba el pasto del Parque. El dueño pensó: “que raro todo esto… hoy a la mañana el escenario era completamente diferente…”. Coincidiendo el secretario pensó: “habré apagado la caldera del vestuario de los payasos…?”. En ese instante otra terrible explosión sacudió a los allí presentes. El secretario nuevamente para si dijo: “mmm, creo que no…” Momentos después caía al lado del secretario una nariz de payaso que rápidamente agarró y escondió en un bolsillo. Luego de esta pequeña interrupción el comisario se dirigió hacia el dueño: “algo de esto le llama la atención?”. El dueño miró con asombro y señaló la puerta de la cabina. Estaba entera!. “Hoy a la mañana la forzamos y la partimos al medio… Nos están jugando una broma??” preguntó. Los policías se miraron incrédulos. Con suma precaución se acercaron a la ventana de la cabina. Hicieron un gesto y otro policía golpeó fuertemente la puerta. “Abran la puerta, es la policía!”. Para sorpresa de todos, desde adentro venía un sonido. Un aullido. Un ladrido. “Un ladrido?!?!”, pensó el dueño. “Apagué la mecha del cañón del hombre bala?”,pensó el secretario. Segundos después y luego de otra explosión por el firmamento se veía pasar volando a Claude, El Hombre Bala que se dirigía directamente al centro del parque. No se sabe a ciencia cierta donde cayó pero el ruido de los cocodrilos peleándose por un pedazo de Claude no dejaba dudas. Cerca del estanque, seguro. Que mala idea la poner cocodrilos en el parque!. “Un ladrido?!?!” pensó nuevamente el dueño. Y antes de darle tiempo extendió un brazo y dirigiéndose al secretario le dijo: “vos pelotudo, ni se te ocurra pensar algo!!”. “Ok” dijo con una voz muy tímida el secretario y un poco apesadumbrado.


La intriga es total ! Que es lo que está pasando en este misterioso parque? Que oscuro secreto se esconde allí? Quien se atreve a imaginar un final?? De que color era el caballo blanco de San Martin?
Todas estas preguntas y otras tantas serán contestadas en los próximos capitulos de esta atrapante historia... No te lo pierdas!!

MenteFrita, una voz en el teléfono...


El camino desconocido hacia lo conocido...

lunes, 20 de julio de 2009

El parque... Capítulo 10

X

Durante el viaje de vuelta ambos estaban muy impresionados. El viaje transcurrió en el más absoluto silencio. Miles de pensamientos revoloteaban por sus abrumadas mentes.
Sabían que sus vidas habían cambiado para siempre.
Al llegar al pueblo se dirigieron a la alcaldía para realizar la denuncia correspondiente. El alcalde escuchaba con suma atención el relato y tomaba nota de los detalles. Luego decidió hacer la denuncia a la policía. Llamó al comisario y mientras le contaba lo sucedido con Walter este empezó a toser atragantado. El alcalde temió lo peor. Se hizo un largo silencio y luego otra vez la tos. Un silencio más largo. Luego la voz del comisario diciendo: “perdón, es que me atraganté con un orégano de la pizza que estoy comiendo, ya estoy bien, continúe por favor…”. El alcalde un poco mas tranquilo, prosiguió. Una vez terminado el relato, el comisario dispuso un operativo en el lugar de los hechos. Veinte minutos después, luego de terminar la pizza, un convoy de tres patrulleros se dirigía al parque. Pasaron por la alcaldía a recoger al dueño y su secretario como los denunciantes. Pararon a cargar nafta. Pasaron por a panadería en busca de facturas. Una vez en la ruta tuvieron que parar dos veces por pinchaduras de neumáticos en dos de los móviles. La tercera y última parada en la ruta fue por motivos de recalentamiento del tercer móvil. “Parece que no quieren que lleguemos”, pensó el dueño. Al mismo tiempo el secretario, que estaba sentado a su lado, pensaba: “apagué el gas de la cocina de mi motorhome?”. Instantes después una terrible explosión hizo detener nuevamente al convoy. El secretario se dijo para sí: “mmm..., creo que no…”. Al fin llegaron al parque.


MenteFrita


MenteFrita - atirFetneM

El espejo hacia lo desconocido, mas allá que alguno quiera desconocer lo que ve en el espejo...



Ahora lo copado sería saber cual de los dos lados es el verdadero...

sábado, 18 de julio de 2009

Luego del receso por la Gripe XY (de macho).... El Parque, capítulo 9

IX

El escritorio era de madera. Por sus patas ascendía una enredadera que provenía desde el suelo. Esta seguía su camino por la parte superior del mismo, pasando por el margen superior de un libro abierto que allí se encontraba. Seguía hasta tomar contacto con la pared y de ahí subía hasta el techo, donde se perdía entre unas maderas en busca del sol.
Delante del escritorio había una silla que, para horror de los intrépidos visitantes, estaba ocupada. Contuvieron la respiración. La linterna quedó fija en esta dirección. Con una voz algo mas fuerte que un pequeño suspiro, el dueño dijo: “ho…la,…, hola, Walter…?”. Silencio. Con un poco más de decisión, dieron un paso más y se detuvieron a un metro del escritorio. Repitió: “hola, Walter..?”. Nada. Cuando la linterna se posó sobre el rostro, el horror fue total. Era Walter. Estaba apoyado sobre su mano derecha. La escena era tétrica. Tanto que el secretario sintió que el suelo se movía, se ponía todo más negro y se desvaneció haciendo un estruendoso ruido al caer. El dueño, rápido de reflejos, antes que el secretario concluyera su viaje al piso, barajó en el aire la linterna y siguió alumbrando. La cara del desafortunado estaba como acartonada, envejecida. Todavía en la parte superior tenía escasos mechones de pelo. Uno de los brazos estaba apoyado sobre el rostro y el otro pendía a un costado. A este último le faltaba del codo para abajo. “Pobre Walter”, pensó. Estaba sentado en la silla sobre almohadones y obviamente con los muñones de los muslos sobre ella. Tenía en frente un libro escrito en braile. “Cuántos años hará que estas acá?”, dijo en voz alta. En eso el secretario comenzó a recuperarse y el terror fue extremo cuando tomó conciencia de que al desvanecerse lo había hecho arriba de un perro. “Seguro que ese era Fragata”, dijo. La luz de la linterna se posó sobre el cuerpo del animal. “Pobre animal”, dijeron casi a dúo. Las heridas le cubrían todo el cuerpo. También estaba todo acartonado por el paso del tiempo. Le notaron que tenía algo en la boca. Se miraron y el secretario, resignado, se agachó. Ayudado por el canto del machete, le abrió la boca y sacó de su interior… la mano izquierda de Walter. “Quizás el primero en morir fue Walter y, al tiempo, Fragata empezó a tener hambre…”. El solo hecho de pensar eso, les daba prurito. El cuerpo momificado de Walter, el estado de la cabina de informes. El terrible antecedente de la tragedia en el parque. Walter. “Pobre Walter”. El escenario no podía ser más escalofriante. Decidieron salir de inmediato de ese tenebroso lugar.


MenteFrita ®


El lugar donde va de vacaciones Willie Fog

(y mirá que conoce todo el mundo, y sin embargo, elige MF)


Si alguien no sabe de quien estoy hablando, mande un mail a mentefrita@gmail.com y le eviaré folletos explicativos.
MF

viernes, 10 de julio de 2009

Hoy estoy de buen humor, por lo que hacemos un 2x1... ahi va el segundo capitulo del día, el nro 8

VIII

Se acercó junto al secretario a la casilla que estaba a un costado del portón. Se encontraba muy maltrecha. Con mucha vegetación crecida alrededor. De hecho para llegar hasta la puerta tuvo que abrirse paso con un machete. Ya frente a la puerta, golpeó en reiteradas oportunidades sin obtener respuesta alguna. Miró a través de la ventana y llegó a reconocer una figura humana sentada frente al escritorio con un libro. Golpeó nuevamente y obtuvo la misma respuesta… silencio. No había llegado hasta ahí para volverse con las manos vacías. Se dispuso a forzar la cerradura. Ayudado por su secretario y el machete empujaron la puerta más de una vez. Varias veces. Con cada envestida, crujía más fuerte. Crujía de manera mas grave. Hasta que en una de las embestidas hizo un ruido seco y se partió. Literalmente se partió al medio y la puerta quedó dividida en dos. Del interior emanaba un espeso aire enviciado. Dejaron que se disipara un poco el hedor y se dispusieron a entrar. En el interior de la cabina había mucha humedad. Parte de la vegetación se filtraba por entre las maderas del piso. No ingresaba mucha luz, por lo que se encontraba en una casi penumbra. “Hola!, hay alguien?”, preguntó el dueño del circo. Silencio. Insistió un par de veces más y lo mismo. Silencio total. En la otra punta de la cabina, se encontraba el escritorio con una silla delante. Algo o alguien la ocupaba. La luz en ese sector de la cabina era mínima, por lo que el dueño decidió ir hasta el auto a buscar una linterna. Mientras tanto el secretario se quedó recopilando información importante para el futuro parque. Una vez de vuelta en la cabina, y ya con la ayuda de la linterna, se dispusieron a ingresar a la parte “oscura”. El secretario estaba al mando de la linterna y el dueño tenía en su poder el machete. Con pasos inseguros se fueron acercando al lado oscuro. La luz de la linterna iluminó la pared, con oscuras manchas de humedad. Iluminó la otra puerta que supusieron en otros tiempos daba hacia el interior del parque, hoy, totalmente obstruida por la tupida vegetación. Hasta que llegaron hasta el escritorio.


Si a esta altura, no tenes palpitaciones, hacete ver !!

MenteFrita,


tu séptimo sentido...


"Veo gente viva !!" (ahh, sos un loco total!)


que sea la ultima vez... a vos!


El Parque... Capítulo 7

VII

Un día llegó al pueblo una compañía que traía un espectáculo de circo, con payasos, malabaristas, domadores de leones, equilibristas y todo lo que un circo tenía que tener. Esta compañía se dedicaba a la puesta en escena de entretenimientos variados. Cuando llegaron a Cerezos, el dueño de esta compañía, se interesó en el parque abandonado. Su gran sueño era el de montar el mejor parque de diversiones. Cuando preguntó, le contaron la historia de la tragedia del parque y de la existencia de Walter. Estos datos lo entusiasmaron aún más y quiso ir a visitarlo. Alquiló un auto y fue, junto a su secretario, hasta el Parque.Llegaron a la mañana temprano. Atrás de ellos llegaba a su fin el recorrido de un colectivo del que no descendió ningún pasajero. Quedaron solos. Se acercaron a la entrada y observaron el gran portón de acero oxidado que se encontraba cerrado con cadenas y candados. Todo estaba bastante desordenado. El pasto llegaba casi hasta la parte superior del portón. Se veía que nadie había entrado en muchos años. Elevando un poco la vista llegaban a divisarse algunos de los entretenimientos que quedaban de pie en el parque. Se veían los soportes de la vuelta al mundo trágica. Esto cada vez entusiasmaba más al dueño del circo que tomaba ideas para su parque. Venía todo de maravillas. Decidió ir a conocer al “custodio” de este tesoro.


MenteFrita,

- La partera que te ayuda en tu parto diario... -



martes, 7 de julio de 2009

El Parque... Capitolio IV

VI

Luego de tomar el colectivo, bajaba siempre en la misma parada. La parada del parque. Allí terminaba el recorrido del colectivo, por lo que era difícil pasarse. Bajaba, se arrastraba unos 50 metros y llegaba a la cabina donde atendía a los escasos visitantes. Tan escasos eran estos que nadie recuerda haber sido ayudado por Walter. Existe solo un registro de unos visitantes italianos que a llegar al Parque, tocaron el timbre en la cabina de información, pero nadie atendió. Se acercaron hasta la ventana y la golpearon, pero nadie contestó. Refieren haber visto a alguien dentro, pero no contestaba. Walter y sus libros. Hay personas que refieren múltiples visitas con igual resultado. Pobre Walter.
Como dije antes, no tenía compañeros de trabajo. De hecho no tenía jefes ni supervisores. El dinero que usaba se cree que era de sus desafortunados padres. De hecho en el parque no le pagaban. Esto estaba sustentado en una premisa fundamental… el parque estaba abandonado desde 1875. Entonces, porque Walter iba todos los días hacia el parque abandonado? Nadie en el pueblo podía avisarle de su situación? La señora Blanca, como podía permitir que Walter anduviese a la deriva y justamente en su delicado estado?. Nadie se hacía cargo.
De esta forma pasaron muchos años. Algunos en el pueblo lo comparaban a un alma en pena que estaba buscando una puerta hacia el mas allá. Algún desprevenido al verlo arrastrarse, lo ayudaba a ver si encontraba lo que con tanta predisposición estaría buscando. Otros lo consideraban un pobre loco, pero eso sí, un loco de lo mas educado. Nunca un si ni un no. Ni un hola ni un chau. En realidad, nunca ni una sola palabra, ni un solo sonido. Ni una sola mirada. Nada.
Así fue pasando el tiempo. Cada vez se lo veía pasar menos por el pueblo. Hasta que lo dejaron de ver. Nadie se percató de la ausencia.Unos años después, casi nadie se acordaba de Walter.


MenteFrita

El periscopio hacia la realidad virtual, real.



Te guste o no, MenteFrita es la solución.

lunes, 6 de julio de 2009

El Parque... Capítulo 5

V

Un día típico en la vida de Walter. Se levantaba bien temprano. Se vestía. Desayunaba. Salía a la calle y enfilaba para la ruta. Eran 10 cuadras. Algo nada difícil para un muchacho de 20 años. Pero para Walter nada era sencillo. El hecho de caminar esas cuadras podría insumirle a una persona normal 10 a 15 minutos. Walter tardaba casi tres horas. Algunos dicen que por su ceguera. Otros insisten en que la falta de estómago podría influir. Completamente descartados el tema de la sordera y de la mudez. Para mi nada de esto es tan relevante como la falta de sus miembros inferiores. Esto si que es importante, sobretodo si nos referimos al tiempo que tarda en trasladarse esa cantidad de cuadras. Imagínense lo que es caminar arrastrándose sobre los muñones de los muslos. Terrible. Walter, durante su prolongada internación, había recibido cientos de transfusiones de sangre. Alguien allegado al hospital mandó una carta anónima a la alcaldía, denunciando que una de esas transfusiones había sido realizada con detergente y que esa era la causa de la embolia responsable de la pérdida de las piernas. Tiempo después se supo que para el 25 de mayo, del año siguiente a la tragedia, se realizó en el hospital una cena show y habría corrido mas vino del necesario para mantener la cordura y, en un acto de pseudo demencia, un enfermero habría intercambiado la bolsa de la transfusión por una de detergente. Al día siguiente entraba a quirófano para la doble amputación.
Pero gracias a su fortaleza interior, Walter se repuso y siguió adelante.


CS MenteFrita (Clú Sportivo MF)



El bypass que necesitás para sortear una vida ateromatosa.


(Favaloro no te retuerces, es un solo un desliz literario)







(Por las dudas antes de tocar timbre para que te abran las puertas de la sabiduria, confirmá que sea ese el timbre...)

domingo, 5 de julio de 2009

El Parque... Capitulo Cuatrocchi

IV

El día que le dieron el alta, Walter, muy maltrecho pero con gran decisión, se ubicó frente a la puerta principal del hospital. Todos los enfermeros y médicos que lo habían atendido durante este año, estaban parados detrás de él. Levantó la frente, inspiró profundamente y se dirigió hacia fuera. Al llegar a la vereda, estalló el júbilo en el hall central del hospital. Aplausos, gritos, mensajes de aliento. Felicidad. Cosas del destino. En el mismo momento, a pocas cuadras del hospital, se produjo un acontecimiento de similitud semántica pero con desgraciado final. Jacinto era un jubilado de 83 años. Intentando prender el calefón, este le jugó una mala pasada; una última pasada y arrasó con Jacinto, su casa y toda la manzana donde este vivía. Estalló el jubilado. Parecido pero diferente. Volvamos a Walter.
Inspiró profundamente. Dobló a su derecha y muy lentamente comenzó a dirigirse hacia su casa. Rápidamente un enfermero salió del hospital y tomándolo por los hombros, lo hizo girar 180° y le dijo: “es para allá”. Ahora Walter pasaba nuevamente por la puerta del hospital, pero esta vez no aparecieron los aplausos ni los gritos, puesto que todo el personal del hospital se disponía a recibir a Jacinto, el jubilado estallado y a todas las víctimas de la terrible explosión.

MenteFrita

En tu dieta diaria no pueden faltar semillas de sésamo, un traguito de caña con ruda, un coso con L.Casei Defensis, otro coso violeta para ir al baño, dos litros de agua mineral, una siestita para asimilar todo esto y obviamente tu dosis diaria de MenteFrita... Ahora si!!! Ya estas listo para enfrentar todos los desafíos que se te presenten en la vida...

Mañana ni se te ocurra olvidarte de leer la continuación de esta apasionante obra de arte... mmm... ok... mañana los espero !!!

sábado, 4 de julio de 2009

Le parqué... (que no es el piso) - Capitulo tricota

III

Según consta en los archivos de la alcaldía del pueblo el parque había sido construido por un ingeniero ruso en 1873. Era un Parque de Diversiones. Con juegos de todo tipo. Los fines de semana se llenaba de familias del pueblo y de pueblos vecinos. La felicidad reinaba en el Parque. Esto fue así los primeros dos años. En 1875, mas precisamente el 23 de agosto, uno de los engranajes de la “vuelta al mundo” se zafó y dos de las cápsulas que transportan a las personas cayeron desde 35 metros aproximadamente. La caída no fue tan traumática como la ferocidad de los cocodrilos del lago en donde cayeron las cápsulas. Fue una tragedia. Cuando la primera cápsula cayó, la pareja que estaba en su interior murió instantáneamente al chocar contra el borde del lago, por lo que no opusieron mucha resistencia a los hambrientos reptiles.
Mientras caía la segunda cápsula, la puerta de seguridad se abrió y, desafiando los principios de Newton y Galileo Galilei, el hijo de la pareja salió despedido hacia arriba. Cuando la cápsula chocó contra el piso y cayó al lago la puerta abierta facilitó el ingreso de los cocodrilos, quienes en escasos segundos devoraron a los desafortunados esposos. La idea de poner cocodrilos en el lago del parque de diversiones creemos que no fue muy acertada. Casi treinta segundos después cayó el hijo, que había sido despedido de la cápsula, con tanta mala suerte que uno de los fierros destrozados de la cápsula se introdujo en su abdomen. El parque fue cerrado ese fin de semana trágico
El trabajo reconstructivo de los médicos fue asombroso. Un año después ese niño era dado de alta. Había sobrevivido...


MenteFrita SS

Así y todo, más sano que leer el diario...


No te pierdas mañana la continuación de: El Parque...

jueves, 2 de julio de 2009

El Parque... Capitulo 2

II

A veces la Señora Blanca, una vecina del pueblo, iba hasta su casa y le llevaba masitas y libros escritos en Braile. Blanca vivía desde siempre en Cerezos. Era una señora mayor y no tenía familia, por lo que cada tanto iba hasta su casa para sacarle un poco de charla. Tarea esta más que complicada. Walter era muy tímido, por lo que más que charla era un monólogo de Blanca. Creo conveniente comentar que además de tímido era totalmente mudo, por lo que sin lugar a dudas lo que prevalecía era el monólogo de Blanca. Pasaba tardes enteras en la casa de Walter comentándole todas las noticias y chusmeríos del pueblo mientras tomaba mate. Tomaba mate ella sola, ya que Walter tenía prohibido tomar este tipo de infusiones porque le producía importantes malestares abdominales que se acentuaban por la falta de estómago. El joven había perdido su estómago en el mismo accidente donde murieron sus padres.
Era posible que Walter ni se diera cuenta de que Blanca venía a visitarlo. Esta presunción está basada en sus antecedentes. Como dijimos se pasaba gran parte del día con sus libros en braile, que le requerían altos grados de concentración. Otro dato que es propicio aclarar es que el muchacho era absolutamente sordo. Por lo que su interacción con el medio era bastante escasa. Era muy probable que ni siquiera notara la presencia de Blanca. Desde la otra orilla se cree que Blanca tampoco estaría al tanto de la situación de Walter, basados en los comentarios de la señora con respecto al muchacho. “- Walter?. Un muchacho amoroso. Voy seguido a su casa y nos quedamos charlando por horas. Un amor. Cariñoso. Un excelente anfitrión.”, decía Blanca a los reporteros, tiempo después.
El que más compañía le hacía a Walter sin dudas era su perro Fragata. Este se llamaba así porque cuando era cachorrito, mientras jugaba con una caja de fósforos, se prendió fuego y se quemó todo el cuerpo. Las importantes quemaduras que le produjo el accidente le dejaron heridas crónicas que le generaban incalculable dolor. Según contaban los vecinos, el pichicho aullaba por semanas hasta que caía inconciente, otras tantas semanas. Walter ni enterado.


MenteFrita SS - SuperStar (o SuperSport o Crevrolet 400, como mas te convenga).

No te pierdas mañana la continuación de esta historia, que mas que historia es una forma de vida. Bastante particular, pero forma de vida al fin.