martes, 19 de mayo de 2009

Pacífica - Cap II de IV

Capítulo II

Un padre con su hijo caminaban placidamente por las playas de la ciudad Pacífica. Siempre miraban hacia el cielo (burbuja de agua) y miraban los peces, que para ellos serían como pájaros para nosotros. Nadando libremente, como “volando” alrededor de la burbuja. Les ponían nombres a las diferentes especies de peces que veían. Había estudiosos del tema y le asignaban los nombres de acuerdo a lo que veían. Se regían por lo que veían ya que nunca habían tenido contacto con los peces, puesto que no era posible atravesar la burbuja, ya que sería muy difícil por lo dura que era y además porque sería el fin de Pacífica, ya que el mar ejercería toda su fuerza, ingresando a la burbuja y destruyendo todo lo que se había formado durante tantos millones de años. El padre enseñaba a su hijo el arte de distinguir a los peces por sus tamaños y formas de las cabezas, cuerpos, colas y aletas. Esta actividad le encantaba a Flavio que además de pasar largas tardes con su padre, aprendía cada día mas y mas.
Cuando Aníbal, el padre de Flavio, murió, este siguió estudiando con obsesión el tema de los peces. Tanto aprendió que se convirtió en un experto y cada vez que aparecía un pez raro, lo llamaban a él para que lo identificara y lo sumara al catálogo de peces de Pacífica. Se había formado un grupo grande de ictólogos (gente que estudia a los peces) y el catálogo fue creciendo día tras día.
Corría el año 1945 del calendario Chuwaqa (prócer de la ciudad Pacífica), correspondiente al año 1944 de nuestro calendario (de la Tierra superficial). Flavio se encontraba descansando en su casa, cuando irrumpió su sueño Aljibe, uno de los aprendices de Flavio. Casi sin aliento intentó explicarle lo que ocurría. Flavio tomo su notbuc y fue hasta la playa Bristol con Aljibe. La notbuc era una caja hecha con algas gruesas y en su interior se encontraban los dibujos hechos en papiros de todos los peces conocidos. Cuando llegaron a la Bristol, como de costumbre, estaba llena de gente. Aljibe señaló hacia la burbuja y se desmayó. Flavio tenia ante sus ojos algo que jamás había visto.

(Visitame mañana para saber como continúa esta historia...)

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